Panettone D'Ambrosio

Todas mis recetas tienen una historia.

La del Panettone D'Ambrosio, lógicamente, también tiene la suya... Espero que te guste mi regalito para estas navidades!

Mi viejo murió hace dos años... Poco después de que estrenaran mi programa en España y tres meses antes que lo estrenaran en Argentina y el resto de América Latina.

No llegó a ver nada de lo que pasó... Por suerte pudo ver la promo del programa (en una grabación mal hecha que le llevé en el móvil) y -lo recuerdo como si hubiese sido ayer-, emocionado, me dijo: "Qué bueno! Te lo merecés! Quedó lindo" (con un acentazo argentino que merece el acento "mal escrito").

Dentro de unos meses haré 10 años en España. Para quienes no saben mi historia, llegué con muy poco encima: Sin conocidos, con algo de dinero ahorrado, sin un lugar fijo donde vivir, con la promesa de un trabajo que no fue... Atrás dejaba un muy buen puesto de Chef Ejecutivo y una carrera que muchos hubiesen deseado tener a los 23 añitos que tenía... Cuando me vine a Madrid mi viejo estaba un poco ofuscado... "Vas a terminar haciendo trabajos que no te gustarán... Quédate aquí, que lo tienes todo".

Siempre fui muy orgulloso, siempre quise tener lo mío. Jamás quise una herencia y jamás me aproveché de la posibilidad de tenerla... Por eso me fui. Porque quería hacer mi propio camino, mi propia andadura. Mis propios errores. Mis propios amores. Mi dinero. Mi experiencia. Mis mochilas. Mis desencuentros. Mis logros. Mi vida. Nada de herencias! Tres días antes de morir nos dijo a mi madre y a mi un "deben continuar" que como siempre en su caso fue casi una orden, casi un consejo, casi una sentencia, casi un mimo, casi un empujón. Y así lo hemos hecho... Tanto ella como yo seguimos con nuestras vidas y pudimos con todo lo que vino después. La ida de mi padre no me ha dejado posesiones. No hay cosas de las que se gastan... En cambio, quedó algo mejor: su ejemplo. El del trabajo constante. El del "tengo que poder". El del "el límite eres tú".

Y me quedaron sus recetas. Y me quedó el apellido. Así que acá está mi herencia. La que no me di cuenta que me quedaría. La que hoy hago tuya también: una adaptación de los mejores pandulces que he probado en mi vida... Los que hacía "el Tano" cuando estaba inspirado (y le daba mil vueltas a todos en la panadería!!! El tipo era un tornado!). El que se ganó el título de "Maestro Panadero" y yo estaba orgulloso de llamar "papá". Panettone D'Ambrosio. Es tuyo. Comienza a practicarlo que viene la Navidad y quiero que lo tengas en tu mesa, hecho por ti!