Receta Eterna: Un dulce porque nosotras lo valemos

En un mundo que a veces parece dividido, las recetas tienen el poder de reunirnos. Cocinar es más que preparar comida, es un gesto de cariño y un momento para compartir. Por eso hoy te traigo algo sencillo, delicioso y lleno de sustancia: una ensalada de frutas de temporada. Un dulce porque nosotras lo valemos. Y no es un clickbait: vale para todas las temporadas.
Esta receta es perfecta para disfrutar en cualquier momento: naturalmente dulce, fresca y llena de colores vibrantes. Cada fruta aporta su toque único y todas juntas forman algo mucho más especial. Está pensada para compartir, para disfrutar y para recordarnos -cuando la hagamos, la compartamos y cuando la comamos- que en la mezcla de esencias, texturas y colores se encuentran los matices más interesantes.
Elaboración: a tu manera. Pero con unos tips que te llevarán al éxito.
Esta receta está pensada para que la adaptes a tus gustos, tu temporada y lo que encuentres disponible… Porque quizá no lo sabes, pero en este momento, mientras tú me lees con el Cantábrico de fondo, en Lima (Perú) hay alguien haciendo lo mismo y ya está apuntando nuevos ingredientes en la lista de la compra que se llevará luego al mercado. En Brasil, un estudiante que lee blogs de cocina para mejorar su español, está haciendo una lectura concienzuda para ver qué frutas mete en el tupper que compartirá con sus compañeros entre clase y clase (según el Instituto Cervantes, en 2024 unas 24 millones de personas estudiaron español como lengua extranjera y ya somos 600 millones los que hablamos este idioma) y mi amiga de Melbourne sonríe pensando en las frutas que elegirán sus amigas de Mendoza (Argentina) y las que querrán sus comensales estos días cuando ella los agasaje en su cocina con vistas a los canguros y monsteras gigantescas…
A continuación, te dejo mis tips prácticos para que elijas, conserves y aproveches al máximo las frutas de cada estación. #ElMomentoEsAhora.
Verano: Melón, sandía, duraznos/melocotones, cerezas.
1. Elige el melón perfecto: Si estás eligiendo un melón, prueba darle un golpecito. Si suena hueco, está listo para cortar. Además, un melón maduro debe tener una ligera fragancia dulce.
2. Conserva la sandía: Guarda la sandía en la nevera después de cortarla, ya que se mantiene fresca por más tiempo. Además, puedes congelar trozos de sandía para hacer un “helado natural” en los días calurosos.
3. Cerezas en su mejor momento: Escoge cerezas brillantes y firmes. Si se te pasan, ¡no las tires! Úsalas para hacer una mermelada casera o agrégalas a un pastel o compota.

Otoño: Manzanas, peras, uvas.
1. Manzanas jugosas: Busca manzanas que estén firmes, sin manchas. Las variedades como Gala y Fuji son más dulces, mientras que las Granny Smith son perfectas para recetas más ácidas.
2. Peras perfectas: Las peras deben estar ligeramente firmes, pero ceder un poco al presionar con los dedos. Si se ponen demasiado maduras, usa peras pasadas para hacer un puré o una compota deliciosa. O anímate a ponerlas en un curry, para darle un toque fresco al picante que elijas (con el verde quedan genial).
3. Uvas frescas: Escoge uvas con el tallo verde y firme. Si tienes uvas que empiezan a arrugarse, congélalas para hacer pequeños “bocaditos” refrescantes o úsalas en ensaladas y smoothies. Si vives en un lugar seco, como Madrid, cuélga unos racimos en un lugar fresco y seco ¡para hacer tus propias pasas!.

Invierno: Mandarinas, naranjas, pomelos, manzanas.
1. Elige naranjas jugosas: Las naranjas deben sentirse pesadas para su tamaño, lo que indica que están jugosas. Además, si las dejas a temperatura ambiente un par de días antes de usarlas, desarrollan más sabor.
2. Pomelos perfectos: El pomelo debe ser firme, de un color vibrante y un poco más pesado de lo que parece. Si ya están un poco pasados, ¡haz un jugo refrescante o agrégalo a una vinagreta!
3. Manzanas que aguantan: Las manzanas se mantienen bien durante todo el invierno. Si tienes algunas que se están pasando, haz un puré para usarlo en postres o panes.

Primavera: Fresas, kiwis, mangos, piña.
1. Fresas frescas: Busca fresas con color rojo brillante y sin manchas blancas. Si no las vas a consumir de inmediato, refrigéralas en una caja ventilada para evitar que se pongan blandas.
2. Kiwis perfectos: Los kiwis deben estar ligeramente suaves al tacto, pero no demasiado. Si los tienes muy maduros, haz un batido con ellos o agrégales un toque tropical a tu salsa.
3. Mangos maduros: El mango debe ceder un poco al presionar, y su aroma debe ser dulce cerca del tallo. Si ya se ha pasado, haz un chutney, un puré o un delicioso helado casero.

Es interesante pensar cómo muchas de las frutas que disfrutamos hoy en día tienen su origen en lugares lejanos:
El melón y la sandía nos llegaron desde África. El durazno (melocotón) nació en China y la uva en Asia Central, aunque ahora son pilares en la agricultura española. Las mandarinas, naranjas y pomelos hicieron un largo recorrido desde el sudeste asiático para instalarse en nuestras mesas.
Por otro lado, el kiwi tiene raíces en China, pero ha encontrado un hogar en Galicia, mientras que el mango, nativo del sur de Asia, se ha aclimatado a las costas de Málaga y Granada. La piña, un tesoro tropical de Sudamérica, generalmente llega a nosotros importada, como un recordatorio de su origen lejano.
En cada fruta hay una historia que conecta continentes, climas y culturas. Al disfrutarlas, también celebramos esa riqueza global que enriquece nuestras cocinas.
Disfruta del proceso y transforma lo simple en extraordinario
Recuerda que lo importante es disfrutar de la cocina y de lo que cada estación nos trae. No tengas miedo de experimentar con las frutas: a tu ensalada de temporada ponle semillas, frutos secos, hierbas, miel del pueblo o la panela que hay ahora en el supermercado de tu barrio… Anímate a probar combinaciones nuevas y aprovecha los momentos en que las frutas están en su punto más dulce. Además de estar en su punto, tendrán mejor precio y serán de una región cercana. Y si alguna fruta se te pasa, ¡siempre hay una forma creativa de aprovecharla! Recuerda a la vecina que tiene a su familia lejos y endúlzale el día con una mermelada casera.
Una ensalada de frutas
Una receta universal y atemporal… Curioso, ¿no? Como nosotros (estos 600 millones), que somos una mezcla vibrante de culturas que -aunque únicas y distintas-, juntas crean algo mucho más grande y sustancioso. Con toques de aquí y de allá… parte de una receta distinta, rica y muy viva.
Que la cocina nos dé muchas posibilidades de seguir uniendo y probando sabores y que lo que hagamos en ellas nos sirva para conectar con nosotros todos los días del año, los de tormentas, los de frío y los soleados.
Cuéntame: ¿qué lleva tu ensalada frutal de hoy?
¡Nos vemos en la cocina!
Gonzalo
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